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Bombas KNF en acción: análisis de gases
Calidad y personalización: experiencia que cuenta
Como un espejismo en el desierto, la perspectiva de un futuro en el que los combustibles no sean a base de petróleo ni de gas parece estar cada vez más lejana. Por eso, mientras tanto, las bombas de KNF instaladas en Qatar están ayudando a mantener la calidad del combustible que se utiliza hoy para el transporte en todo el mundo.
Pearl GTL, 90 kilómetros al norte de Doha, es la mayor planta de licuado de gas natural del planeta. Esta moderna instalación es una empresa conjunta entre Shell y Qatar Petroleum que lleva desde finales de 2011 produciendo diésel y combustibles para aviación de combustión más limpia, aceites para lubricantes avanzados y otros productos clave. Su rendimiento es tan grande que genera diésel suficiente para llenar el depósito de más de 160.000 coches al día, y sus productos se utilizan en todos los grandes mercados de energía del mundo.
Amplia experiencia, capacidad demostrada
Hicieron falta varios años para levantar esta enorme planta del tamaño de una pequeña ciudad en la que trabajaban 52.000 personas en el momento álgido de su construcción. KNF fue invitada a licitar ya en la fase inicial gracias a nuestra probada capacidad para fabricar bombas siguiendo las especificaciones exactas de los clientes, así como a nuestro conocimiento del sector y nuestra experiencia en el cumplimiento de las directivas ATEX de la Unión Europa sobre equipos que se utilizan en atmósferas potencialmente explosivas.
Hoy, en los equipos analíticos de la planta hay 70 bombas de KNF funcionando a pleno rendimiento las 24 horas del día. Alojadas en contenedores de hormigón, las bombas capturan gas del proceso de producción y lo transportan a los analizadores. Los resultados de los análisis se envían después al sistema de procesamiento para mantener una calidad del producto lo más alta posible. Día tras día, el sistema depende de la excepcional fiabilidad de las bombas de KNF.
Cuando aprieta el calor
Cumplir las especificaciones de la aplicación es una parte fundamental del proceso. Por ejemplo, un reto particular en este ambiente desértico abrasador fue asegurarnos de que nuestras bombas estuvieran certificadas para temperaturas superiores a los 40 °C habituales. Nuestra capacidad para gestionar toda la documentación necesaria para el complicado proceso de certificación fue otra ventaja para el subcontratista en cuestión. Al fin y al cabo, la dedicación de KNF a la personalización, excelencia en ingeniería y alta calidad es lo que impulsa nuestro éxito y contribuye al de nuestros clientes. Y eso no es ningún espejismo.