KNF desarrolla bombas extremas para condiciones extremas en estrecha colaboración con Canon Nanotechnolog...
Limpieza electrolítica de última generación: ¡Que brille!
Las bombas KNF contribuyen a restaurar valiosos tesoros de plata de la Edad Media
Los tesoros pueden tener valor material e inmaterial. El relicario de la Abadía de San Mauricio, en Valais (Suiza), tiene de los dos: con una colección tan valiosa, la conservación es de gran importancia y requiere que los expertos utilicen la última tecnología de restauración con el objetivo de preservar el patrimonio cultural para las generaciones futuras. En este proceso de conservación, las bombas dosificadoras de KNF juegan un papel destacado al ofrecer unas propiedades excepcionales que permiten una conservación óptima.
Una joya de los Alpes del Norte
Situada en los hermosos Alpes suizos, la Abadía de Saint-Maurice guarda un importante tesoro relicario de la Iglesia Católica. Una parte de ella se remonta a 1.500 años atrás, siendo una colección de enorme relevancia de la época medieval temprana. Abarca varios objetos de culto con diversos tamaños y otros objetos de valor como relicarios, cofres, jarrones y cruces. Por su excepcional calidad, es uno de los tesoros religiosos más importantes de los Alpes del Norte.
En 2021, se completó un proyecto de conservación de una de las piezas más significativas de la colección: el Gran Arca de San Mauricio, que data del siglo XIII. Esta labor de conservación se realizó con la ayuda de una limpieza electrolítica utilizando la última tecnología de restauración. Ahora, el arca plateada y dorada, decorada con gemas y figuras, brilla con su antiguo esplendor.
La limpieza electrolítica: una empresa compleja
Con el tiempo, la plata se empaña, volviéndose oscura, perdiendo su brillo y tomando una superficie opaca. Esto se debe a reacciones químicas con el cloro o el azufre que oscurecen la plata. Los objetos de plata que no son de gran valor pueden pulirse eliminando la capa afectada físicamente mediante el uso materiales abrasivos. Este método es relativamente rápido y fácil de llevar a cabo, pero no es adecuado para objetos valiosos ya que elimina material de la superficie con cada aplicación.
Los procesos de renovación de superficies más avanzados hoy en día utilizan la electrólisis. En este caso, los objetos se sumergen en un electrolito y las reacciones químicas que causaron el deslustre se invierten con la ayuda de una reducción eléctrica. Este método es ventajoso porque no elimina material de la pieza a restaurar. Sin embargo, la electrólisis convencional sólo es adecuada para objetos resistentes al agua. En el caso de los objetos antiguos, esto es un problema porque a menudo son de madera o contienen otros materiales que no deben mojarse.
Pleco: Revolucionando la limpieza electrolítica
En el marco de un proyecto de investigación de la Haute Ecole Arc Conservation-restauration (HE-Arc CR), un equipo de expertos ha desarrollado una tecnología que permite eliminar el deslustre mediante electrólisis sin necesidad de una inmersión total en el líquido. La solución se llama Pleco, en honor a un pez que limpia los acuarios. También se denomina lápiz o cepillo electrolítico.
El dispositivo manual se coloca sobre una superficie metálica donde se aplica el líquido electrolítico para volver a succionarlo inmediatamente. Al igual que la electrólisis convencional, Pleco también funciona con una corriente eléctrica aplicada al fluido. Para eliminar por completo el deslustre, los conservadores deben aplicar el cepillo electrolítico durante 20 a 120 segundos en la zona. El líquido utilizado durante el proceso de conservación en la Abadía de Saint-Maurice es un electrolito de nitrato de sodio (NaNO3), tamponado con acetato de sodio (C2H3NaO2) y ácido acético (CH3COOH).
Esta tecnología también puede utilizarse para estabilizar la corrosión del plomo. Además, se está estudiando la posibilidad de realizar experimentos de estabilización de objetos arqueológicos de aleación de cobre para estabilizar los cloruros, una corrosión inestable que pone en peligro estos preciosos hallazgos.
La limpieza electrolítica requiere un caudal ajustable y un funcionamiento de máxima fiabilidad
Conectadas al cepillo electrolítico hay dos bombas dosificadoras KNF SIMDOS® 10 que impulsan el fluido. Una bomba suministra el fluido a la pieza de trabajo, donde se produce la reacción con el metal. A continuación, la segunda bomba extrae suavemente el fluido utilizado. Después, el líquido se filtra y se vuelve a introducir en el circuito. Durante el proceso de desarrollo del sistema Pleco, el equipo de científicos evaluó varias opciones de bombas. Al experimentar con la bomba KNF, quedó claro que era la opción superior y la apuesta por KNF tuvo lugar en apenas medio día.
Los requisitos a cumplir con la solución de bombeo utilizada eran exigentes y sólo la tecnología de KNF resultó ser plenamente satisfactoria. Para que el proceso funcione a la perfección, las bombas deben ofrecer un caudal que pueda ajustarse con precisión entre 1 y 100 ml/min. Además, la bomba de succión tiene que ser capaz de succionar también burbujas de aire sin dejar que ningún fluido vuelva a fluir. Se trata de un requisito importante ya que un reflujo del líquido utilizado provocaría impurezas en las superficies de los valiosos objetos a restaurar. Desarrolladas para las aplicaciones de laboratorio más exigentes, no es de extrañar que las bombas dosificadoras SIMDOS® 10 de KNF también cumplan los requisitos de las más modernas tecnología de conservación.
Crédito de la foto de cabecera: © Jean-Yves Glassey & Michel Martinez - Trésor de l'Abbaye de Saint-Maurice